¿Por qué no buscar una metodología que solucione la problemática?
La ciencia siempre se han preguntado por lo que rige el mundo; es decir, la realidad a través de los tiempos ha sido el objeto de estudio por parte de las ciencias, por ejemplo, desde una perspectiva naturalista, la gravedad, la velocidad, etc., si nos remitimos a las ciencias sociales, no es mucho el cambio, con la gran diferencia que estas últimas se ocupan de los problemas sociales de ciertas comunidades o sujetos.
Frente a estos infortunios sociales tan arraigados en esta realidad, los investigadores han apostado por realizar un riguroso estudio en cuanto a estas problemáticas, como la violencia, pobreza etc., lo irrisorio mimetizado en estas investigaciones es el solo investigar, es decir, estas epistemes en lo referente a teoría, estudios, discusiones, análisis presentan una buena inmersión en dichas problemáticas, en todo caso ¿Qué implicaciones tiene ello? ¡Muchas!, en primer lugar la teorización sobre ciertos temas es de gran ayuda, pero no podemos negar el catastrófico hecho donde la realidad desborda cualquier teoría existente, creer que la escritura, el análisis, la discusión, frente a un problema lo soluciona, es un tanto utópico, aunque es de gran contribución para su tratamiento, y es allí donde encontré un vacío abismal, en lo que concierne a lo metodológico, muchos investigadores no se atreven a pasar el umbral de lo teórico a lo metodológico, es ahí donde se necesita más investigaciones, que apunten hacia unas posibles intervenciones que contribuyan a su tratamiento. En la misma vía, como investigadores sociales podemos incidir en el error de tomar estas problemáticas y los sujetos como mero objeto de estudio sin un más allá, en concordancia con Skliar (2009) en su texto “Pequeño manual del buen especialista o cómo nos hemos hecho celebres, limpios y burgueses hablando de los otros” donde nos plantea esta cuestión de una manera crítica, frente a una comunidad donde se pretende realizar una intervención, es común que los especialistas o investigadores lleguen a esta comunidad con todo lo que implica ser el especialista, es decir, si dicho investigador se ciñe a los saberes que ha obtenido a lo largo de sus estudios, va a llegar con un plan de acción a hacer, en otras palabras, mediante la teoría desarrolla maneras de intervenir, sin embargo ¿Quién sabe más de su problemática si no es la propia comunidad o sujeto? Estas lógicas de poder entre otras cosas, como el especialista que sabe y la comunidad, que no sabe y que tiene un problema por resolver y es el investigador quien los resolverá, son imaginarios tanto de la comunidad como del propio investigador. Nos hemos hecho celebres y burgueses hablando de los otros, que frase tan crítica desde mi óptica, pues refleja la situación académica de la mayoría de investigadores, abarcan una problemática, la estudian, la analizan, escriben libros, artículos y textos sobre ello, ¿Y? de estas teorizaciones no trasciende y es la premisa que llevo en este texto, se ha estudiado el tema, se ha analizado el tema, se ha teorizado el tema SÍ, pero en cuanto a lo metodológico queda mucho por hacer, que las teorizaciones son importantes queda fuera de toda discusión, sí, pero lo metodológico, las acciones, las intervenciones, son la piedra angular en la cual descansa el bastión del cambio. Es importante que los investigadores dirijan sus esfuerzos a dichas intervenciones.

Citas bibliográficas:
Skliar, C. (2009). Pequeño manual del buen especialista. Geomundos.

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